En este giro moderno del mito de Hades y Perséfone, Perséfone es una estudiante de periodismo que, después de años de confinamiento forzado en casa, disfruta de su nueva libertad en la ciudad de Nueva Atenas. Su libertad, sin embargo, depende de una promesa que le hizo a su madre, la diosa Deméter: no se asociará con ninguno de los dioses, y menos con el Dios del inframundo, Hades. Como está dispuesta a ocultar su divinidad y hacerse pasar por mortal, Perséfone hasta ahora no ha tenido la tentación de romper esa promesa, pero todo eso cambia después de que acompaña a uno de sus amigos a Nevernight, el infame club nocturno de Hades donde los mortales y los dioses pueden hacerlo. hacer tratos con el propio dios de los muertos. Perséfone, sin darse cuenta, se encuentra en una de esas negociaciones, y los términos no están a su favor: debe crear vida en el inframundo o enfrentarse a la eternidad en el reino de Hades. Su creciente atracción por Hades complica aún más las cosas, porque incluso si logra completar el trato sin que su madre se entere, ¿podrá alejarse de él?
Con su relación con Hades ahora de conocimiento público, Perséfone está bajo el foco de atención como nunca antes. La prensa acampa frente al edificio de su oficina y, en más de una ocasión, se ha despertado para encontrar su fotografía salpicada en la portada de un tabloide. Todo este escrutinio la hace preguntarse si realmente está lista para ser la Reina del Inframundo.
A medida que estas dudas se arraigan en su mente, Perséfone sufre una tragedia, y cuando Hades se niega a ayudarla, su incertidumbre sobre su relación solo se intensifica. Su negativa también la obliga a tomar el asunto en sus propias manos y hacer un trato que podría ampliar la creciente división entre ellos.
Perséfone y Hades están comprometidos. En represalia, Demeter convoca una tormenta de nieve que paraliza a Nueva Grecia y se niega a levantar la ventisca a menos que su hija cancele su compromiso.
Cuando intervienen los olímpicos, Perséfone encuentra su futuro en manos de dioses antiguos y se dividen. ¿Permiten que Perséfone se case con Hades y vaya a la guerra con Deméter o prohíban su unión y se levanten en armas contra el Dios de los Muertos?
Nada es seguro excepto la promesa de guerra.
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