Todas las chicas, hasta las más recatadas, sueñan con besos prohibidos. Como el que recibio Helena, inesperadamente, aquella Nochebuena en el jardin de un convento parisino bañado por la luna. Aunque sorprendida y enfadada, el gesto de ese inglés desconocido le había resultado increíblemente romántico.
Años despues, Helena se ha convertido en una mujer hermosa y refinada, rodeada de pretendientes atraidos por su belleza y por su dote. Pero ella sueña con el hombre ideal, y decide viajar a Londres para encontrarlo. Se acerca otra Navidad, y ha sido invitada a un baile. Quedara de piedra al descubrir, en el extremo opuesto del salon, al hombre cuyo beso nunca ha olvidado: el salvaje y misterioso Sebastian Cynster, Duque de Saint Ives.
Honoria Wetherby es institutriz, pero tiene otros proyectos: vivir aventuras, conocer mundo... aunque lo inesperado puede cambiar drásticamente hasta los mejores planes. Su intento de ayudar a un moribundo la lleva a pasar la noche en una cabaña solitaria en compañía del miembro más denostado de los Cynster, a quien llaman "Diablo".
Cuando esto sale a la luz, él no tiene otro remedio que pedir su mano. La familia Cynster está encantada de que el famoso libertino finalmente decida casarse, pero lo que menos desea la rebelde joven es un marido que la controle, y enamorarse no está en sus planes por el momento... ¿Resultará ser el esposo que necesita, o un verdadero demonio?
# 2 El juramento de un libertino
A diferencia de los demás varones de su propia familia, Vane Cynster nunca quiso verse atado a ninguna mujer, por muy encantadora que ésta fuera, y Bellamy Hall le parecía el lugar perfecto para ocultarse durante un tiempo de las cazamaridos de Londres.
Pero un día Vane conoció a Patience Debbington y pronto nació en su mente algo más que un deseo de seducción. Patience, por su parte, no estaba dispuesta a sucumbir a las proposiciones de Vane. Se había prometido a sí misma que jamás se expondría a que le rompieran el corazón...
"Será el padre de tus hijos..." Catriona Hennessy, la señora del valle, un viejo título de la pequeña aristocracia escocesa, queda desconcertada al recibir esta predicción. ¿Cómo puede ella casarse con Richard Cynster, un autoritario caballero con una reputación escandalosa? Más asombroso todavía resulta el testamento de su tutor, que decreta que ella y Richard han de casarse en el plazo de una semana. Aunque no puede negar que a pesar de todo se siente muy atraída por él, no quiere renunciar a su independencia, por lo que urde un plan para conseguir lo que necesita sin tener que pronunciar los votos nupciales.
Richard se queda igual de atónito ante la disposición testamentaria. El matrimonio nunca ha entrado en sus planes, aunque quizás domesticar a la señora del valle sea justo el desafío que necesita...
Demon Cynster había visto el amor poner de rodillas a sus hermanos, y se ha prometido no compartir su destino... y Felicity sabe que si accede a casarse con él, lo tendrá todo menos su amor.
Felicity sabía que Demon Cynster era uno de los solteros más codiciados de la alta sociedad londinense y un canalla de la peor ralea, pero era el único capaz de hacer que su amigo saliese del lío en que se había metido. Pese a la fuerza que asoma bajo su fachada de despreocupación, Felicity no puede evitar sentirse fascinada por él, ni aplacar el deseo que se apodera de su cuerpo cada vez que la toma entre sus brazos. Sabe que Demon nunca le entregará su amor, y que la pasión sería el único sostén posible de un matrimonio con un hombre como él…
En el Londres de la Regencia, todos saben que ninguno de los Cynster abandonaría a una dama en problemas... pero su protección puede tener un alto, y muy seductor, precio para la dama en cuestión.
Cuando una mujer misteriosa, con el rostro oculto por un velo negro, le ruega a Gabriel Cynster que la ayude, él no puede resistirse. A cambio, sin embargo, le exige algo que sólo un Cynster podría pedir: por cada dato que él le aporte, ella debe pagarle con un beso.
Lady Alathea Morwellan sabe que Gabriel está intrigado. A pesar de la evidente atracción que los une, nunca lograron estar juntos sin reñir. Por otra parte, cuantas más cosas están en juego, más crece el deseo de Gabriel por obtener su pago, y cada beso embriagador, cada abrazo apasionado, aleja para Alathea la posibilidad de resistir la seducción final... pero ¿qué pasará cuando ella le revele la verdad que tan celosamente le oculta?
Alasdair Cynster —conocido por sus íntimos como Lucifer— ha decidido refugiarse en el campo antes de que las habilidades como casamenteras de las madres de Londres se concentren en él, el último Cynster que permanece soltero.
Pero su huida hacia Devon lo lleva derecho a encontrarse con su destino, en la forma de la irresistible Phyllida Tallent, una joven tan bella como testaruda e independiente, que despierta de forma imperiosa los instintos de Cynster. Lucifer trata de negar el deseo que Phyllida suscita en él, pues no quiere caer en una trampa en la que juró que nunca caería...
Phyllida ha tenido muchos pretendientes —su belleza e inteligencia son famosas en el condado—, pero ninguno la ha atraído del modo en que lo ha hecho Lucifer. La oferta de éste de enseñarle todo lo relativo a las formas del amor resulta demasiado tentadora para resistirse. Y aun cuando Phyllida no ha capitulado por completo, sabe que sólo una tonta se resistiría a Cynster..., y ella no es ninguna tonta.
El destino ha hecho de Gyles Rawlings un hombre decidido a controlar cada aspecto de su vida. Ha resuelto casarse con una dama de buena cuna que se preste disciplinadamente a darle hijos, pero haga la vista gorda mientras él busca placer en otra parte.
A juzgar por los informes que le llegan, Francesca debería cumplir a la perfección con sus exigencias. Por lo que se refiere a “otra parte”, ha conocido recientemente a una joven bellísima y descarada que sería una amante ideal, con un carácter orgulloso a la altura del suyo.
Sin embargo, Gyles descubrirá en el momento menos apropiado que su prometida es la atrevida hechicera que inspira sus fantasías. Hallar la pasión y el amor en la misma mujer ha sido siempre para él un temor secreto. Pero mientras su mundo se ve conmocionado, Gyles se obsesiona con la posesión de aquello que jamás pensó que desearía... el corazón de su esposa.
Amanda es una Cynster de los pies a la cabeza, y está decidida a encontrar marido por sí misma, y además, que sea un hombre que la ame por lo que es. Ya que no lo ha podido encontrar en los lugares «correctos» para una dama, decide buscarlo en los lugares «equivocados», empezando por un conocido salón de juego.
Allí conoce a Martin Fulbridge, duque de Dexter, que le ofrece ser su compañero de partida... forman una pareja perfecta, y Amanda sabe que ha encontrado al hombre que quería, pero lograr que se comprometa su corazón será otra historia. Amanda conocerá los escandalosos secretos del pasado de Martin, y su espíritu herido. Pronto logrará que la desee con locura, pero no le será fácil oírlo decir «te quiero»...
«Casarme con usted sería un gran placer para mí» Esta frase, pronunciada por Lucien Ashford, el enigmático vizconde Calverton y el hombre a quien ella siempre había amado, dejó a Amelia Cynster estupefacta... Claro que la escucha justo antes de que Luc caiga inconsciente a sus pies.
Clarean las primeras luces del alba y Amelia ya se había arriesgado a un escándalo por el solo hecho de esperarlo en los alrededores de su mansión londinense. Y ahora, a pesar de su indignación por el tono burlón y avieso en que él le había respondido, se sentía aliviada y entusiasmada por el hecho de que él hubiera aceptado su arriesgada propuesta matrimonial... Sin embargo, en vez de aceptar la boda apresurada que Amelia había planeado, el exasperante vizconde insiste en cortejarla como es debido. Amelia se siente secreta e irresistiblemente atraída, pero lo que no sabe es que Luc tiene sus razones. Pronto descubrirá que incluso un libertino tiene su precio…
Simon Cynster tiene una vida perfecta: posee una considerable fortuna y una envidiable posición social. Su increíble atractivo hace que las debutantes lo miren embobadas y le garantiza la compañía de otras compañeras más sofisticadas para sus noches.
A pesar de todo, Simon sabe que debe encontrar a una dama adecuada para convertirla en su esposa... Lo que no imagina es quién atraerá su atención en la fiesta campestre de Glossup Hall: nada menos de Portia Ashford, esa belleza de cabello azabache a la que conoce desde la infancia, una muchacha independiente que siempre ha demostrado una profunda indiferencia hacia el matrimonio.
Un hombre aristocrático, elegante y naturalmente encantador, Michael Anstruther-Wetherby está destinado al poder. Su íntima amistad con la influyente familia Cynster (su hermana está casada con Diablo Cynster, el Duque de St. Ives) asegura el futuro de Michael en el Parlamento, con la excepción de que carece del elemento imprescindible para el éxito: una esposa. Decidido a buscar a una señorita bien educada, encuentra una con tales cualidades. Pero hay un obstáculo en su camino: su bella y resuelta tía, Caroline Sutcliffe.
Mujer de estilo y prestigio, Caro no está dispuesta a sacrificar a su querida sobrina a un matrimonio desdichado. Sin embargo, Michael se ve atraído de repente por la propia Caro. Pero el peligro la persigue y será necesario mucho valor para protegerla y cada gota del seductor encanto de Michael para convencerla de que convertirse en su novia le traerá todo lo que desea su corazón… y más.
Gerrard Debbington es uno de los solteros más codiciados de Londres. No tiene el menor interés en el matrimonio, sino que reserva toda su pasión para la pintura. Desea la oportunidad de pintar los fantásticos y pocas veces vistos jardines de Hellebore Hall, propiedad de Lord Tregonning, pero para poder hacerlo debe cumplir la petición de este de pintar un retrato de su hija.
Gerrard aborrece la idea de desperdiciar su tiempo y talento en alguna melindrosa señorita. Pero, sin otra alternativa, accede a realizarlo. Sólo que descubre que Jacqueline Tregonning lo inspira como ninguna otra dama lo ha hecho.
Pero la maldad se esconde en los hermosos jardines y a lo largo de los laberínticos senderos. Y ese mal extiende su mano para alcanzar a Jacqueline, atrapándola en una red de insidiosos rumores... rumores que la pintan como una doble asesina. Los rumores son falsos, pero alguien está extendiéndolos activamente. Convencido de que Jacqueline es inocente de toda maldad, jura mover cielo y tierra para proteger a la mujer que, para él, personifica la verdad sobre el amor.
A pesar de su apariencia peligrosa, Dillon Caxton ahora es un hombre de una reputación excelente. Pero no siempre ha sido así. Hace años, una estratagema ilícita se convirtió en un vil timo y sólo con la ayuda de su prima Felicity, y su marido Demon, consiguieron salvar a Dillon de la ruina. Ahora totalmente honesto, con su reputación celosamente guardada, es el Guardián del Registro de todas las carreras de caballos de Inglaterra, el gran Registro que Lady Priscilla Dalloway está desesperada por ver. Ella ha llegado a Newmarket con la decisión de rescatar a su hermano, que es un apasionado por los caballos, de las malas compañías.
Juntos, Dillon y Priscilla descubren un timo masivo en las apuestas. Ayudados por Demon y Felicity y Barnaby Adair, se embarcan en un viaje plagado de peligros y de una pasión innegable en la que buscan desenmascarar a los culpables. Y durante el proceso descubren la respuesta a la vieja pregunta: ¿qué precio tiene el amor?
Charles Morwellan, octavo conde de Meredith, ha decidido que ha llegado la hora de casarse. E incluso ha encontrado a la candidata perfecta: Sarah Conningham. Ahora sólo falta convencerla -es decir, seducirla- para que acepte.
Aunque Sarah lleva tiempo enamorada secretamente del conde, no está dispuesta a casarse si no es por amor. Así que le da a Charlie dos semanas para que le pruebe que están hechos el uno para el otro...
En el Londres de la Regencia, la aristocracia lleva una vida de lujo y placer. Pero existe otro mundo, en el que se mueven fuerzas oscuras. Apuesto y enigmático, Barnaby Adair se ha hecho famoso por resolver crímenes y misterios. Cuando Penelope Ashford acude en busca de su ayuda porque han desaparecido unos huérfanos a los que protegía, se siente conmovido por su situación y cautivado por su belleza...
Jonas Tallent, emparentado con los célebres Cynster, es apuesto, rico y de buena familia, y se dedica a disfrutar de la vida. Juega a las cartas hasta el amanecer y coquetea con las damas más deseadas de la sociedad londinense. Cuando empieza a sentirse inquieto y aburrido de tanta frivolidad, se ve obligado a tomar las riendas de la hacienda familiar en el Devon rural. Una de sus primeras decisiones es contratar un nuevo encargado para la posada de su propiedad, pero descubre que hay poca gente dispuesta a vivir en un lugar tan pequeño y tranquilo.
Es entonces cuando Emily Beauregard, una refinada dama venida a menos, solicita el puesto. Jonas cree que las damas, en especial si son tan atractivas como Emily, deben estar en los salones de baile o en los dormitorios, no en las posadas. Sin embargo, no tiene alternativa, y de mala gana permite que la joven demuestre su valía. Pero Emily guarda un secreto…
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